Servicios / Sistemas de Emisión
Los sistemas de emisión son aquellos que nos permiten desprender la energía en forma de calor o frío dentro del ambiente a climatizar y mediante los correspondientes sistemas de control (termostatos, centralitas, sondas, etc.), regular la temperatura ambiente de los locales para mantener las condiciones de confort deseadas por el usuario. Todos los sistemas de emisión disponen de unas características específicas y se ha de estudiar la compatibilidad de estos con el sistema de generación térmica de la instalación pues dependiendo de las temperaturas de impulsión, existirán incompatibilidades de uso en algún caso.
Existe una amplia variedad de sistemas de emisión, que se elegirán para nuestra instalación dependiendo de múltiples criterios, tanto técnicos como estéticos y económicos, pero enumeraremos los más empleados:
SUELO RADIANTE
El suelo radiante es el sistema de emisión más empleado en combinación con una generación térmica mediante energías renovables. Se puede emplear tanto para la emisión de calor (calefacción) como para la emisión frigorífica (refrescamiento). El suelo radiante se puede emplear en casi todo tipo de edificación donde sea necesario aportar calefacción o refrigeración, como pueden ser: viviendas unifamiliares, hoteles, guarderías, naves industriales, centros de salud, etc.
Está formado por una red de tuberías plásticas distribuidas de forma uniforme bajo el pavimento y que discurre por toda la superficie de la estancia a climatizar.
Dicha red conduce agua a temperatura templada, (calefacción 25ºC-40ºC, refrescamiento 12ºC-20ºC) que cede la energía al suelo y a su vez éste lo transmite al ambiente del local.
CARACTERÍSTICAS DEL SUELO RADIANTE
El suelo radiante presenta un conjunto de ventajas que lo convierte en uno de los sistemas de calefacción más completos, proporcionando el calor justo donde es necesario de la forma más confortable y saludable posible y además también ofrece la posibilidad de un refrescamiento de la edificación. La misma red de tuberías que proporciona la calefacción en invierno, combinada con una bomba de calor, permite la circulación de agua fría por la instalación y, de esta manera, refrescaremos las estancias que en el invierno calentábamos pero sin corrientes de aire y sin ruidos.
ESTÉTICA:
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Al no existir radiadores en las estancias el impacto visual es nulo.
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Más superficie disponible a la hora de decorar las estancias.
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No ensucia las paredes porque no genera corrientes de aire al trabajar a bajas temperaturas.
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Se evita la acumulación de polvo en huecos difíciles de limpiar.
SALUD Y CONFORT:
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Permite respetar una de las principales condiciones para el confort humano, que consiste en que entre el punto más caliente y el más frío de la casa no haya una diferencia de temperaturas superior a 5ºC, es decir; se consigue una temperatura uniforme en toda la vivienda
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Al desaparecer las típicas zonas frías y calientes de una vivienda calefactada con radiadores, tiene un efecto preventivo sobre resfriados
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Consigue crear un ambiente sano al distribuir el calor desde el suelo y llegar hasta una altura de 2-3 metros, justo donde se necesita, ya que el calor en los pies produce bienestar, mientras que un fuerte calor al nivel de la cabeza se traduce en malestar
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Mantiene el grado de humedad natural del ambiente y el equilibrio entre los parámetros “temperatura” y “humedad”, lo que permite que el mecanismo de regulación de la temperatura corporal funcione con normalidad
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Es limpio ya que la pequeña diferencia de temperaturas entre el suelo y el ambiente evita turbulencias en el aire, la circulación de polvo y la propagación de agentes contaminantes, muy típicos de las instalaciones de radiadores
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No reseca el ambiente, por lo cual elimina los problemas respiratorios debidos a la calefacción convencional (ideal para personas alérgicas).
SEGURIDAD:
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Elimina focos calientes que suponen un riesgo de quemaduras, sobre todo para niños y ancianos.
RENTABILIDAD Y EFICIENCIA:
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Supone por si mismo un aislamiento adicional en la edificación, tanto térmico como acústico
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Precisa una baja temperatura en la superficie del suelo para ofrecer el confort solicitado por el usuario y al reducir la temperatura del sistema emisor, se aumenta la eficiencia energética del sistema, sobre todo cuando se emplean bombas de calor o energía solar como generadores térmicos
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Al trabajar a bajas temperaturas también se reducen las pérdidas de calor en las tuberías que enlazan la fuente de calor con los circuitos
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Autorregulable: si la temperatura de la estancia aumenta porque aumenta el número de personas en ella, se enciende una chimenea o entra el sol por las ventanas..., disminuye la diferencia de temperaturas entre el suelo y el ambiente (salto térmico) y de forma natural e inmediata se reduce también la radiación emitida.
Gracias a estas características se consigue un ahorro energético considerable.
TERMOCONVECTORES
Los termoconvectores son sistemas de emisión que sólo se pueden emplear en modo calefacción y son apropiados para su uso en instalaciones donde se requieran temperaturas de impulsión de calefacción bajas (menores de 50ºC), que es el caso de la mayoría de los equipos generadores de calor de alta eficiencia. Están constituidos por un elemento intercambiador de calor (generalmente baterías de tubos de cobre con aletas de aluminio) y por una carcasa metálica envolvente o embellecedor.
Existen en el mercado numerosos modelos de termoconvectores con distintas formas y colores que favorecen la integración en cualquier espacio, logrando un perfecto equilibrio entre la funcionalidad, el confort y la decoración del entorno que les permiten aventajar en prestaciones a los radiadores de calefacción tradicionales.
Este tipo de emisores nos permiten disponer de un ambiente cálido y confortable, sin corrientes ni polvo en suspensión gracias a la baja temperatura que emplea en su batería, además de ofrecernos mayor seguridad porque la superficie de contacto no supera los 43ºC. Este hecho también incide en el ahorro energético, debido al uso de una baja temperatura de impulsión del sistema de generación térmico.
FANCOILS
Los fancoils son emisores térmicos que pueden funcionar tanto en el modo de calefacción como en el modo de refrigeración. Al igual que los termoconvectores, en el funcionamiento en calor pueden trabajar a temperaturas de impulsión menores de 50ºC.
Aunque de constitución diferente, también están formados por una batería de tubos de cobre y aletas de aluminio, una carcasa envolvente que se emplea en algunos modelos, uno o varios ventiladores que fuerzan la salida de energía térmica de la batería, bandeja de condensados para recoger el agua producida en la condensación de la humedad del aire y un filtro que acumula las partículas de polvo en suspensión. El hecho de ser un sistema de “convección forzada” le convierte en el emisor más rápido a la hora de climatizar un local.
Una de las ventajas de este tipo de emisores es el amplio abanico de potencias que nos pueden entregar en un tamaño de aparato muy reducido, además de la posibilidad de modulación de dicha potencia a través de la velocidad de giro del ventilador.
Existen diferentes tipos de fancoils dependiendo de la aplicación: Fancoils de suelo, de techo, de pared, de conductos, de cassette, de empotrar.